Las alumnas de 2º ESO, Claudia Medina, Ángela Martín, Martina Cubas, Mía Rodrigo y Sofía Alcobé han participado en la 62 edición del Concurso de Jóvenes Talentos de Relato Corto organizado por la Fundación Coca Cola. Dentro de este concurso, también hemos participado presentando un escrito colectivo, una redacción de 300 palabras que hicimos cooperativamente en 2º ESO B y 2º ESO C, que os dejamos a continuación:
2º ESO B
Era una ladrona ejemplar, no podía resistirme a la verdadera joya de la corona. Estaba entrando ya en la cámara acorazada de la joyería cuando me di cuenta de que alguien estaba dos pasos detrás de mí. Se escucharon aplausos.
—Bueno, ¿a quién tenemos aquí?
Suspiro y pienso en qué decir.
—¿Te vas a quedar ahí, quieto?— insistió la voz masculina.
—¿Me tomas por hombre?— reclamé.
—Ups, mi culpa —dijo entre risas—Bueno, lo siento mucho y me ha encantado esta charla y tal pero me tengo que ir, y me voy a ir con eso.
—No.
—¿Perdón?
—No.
Salí corriendo hacia la joya evitando todas las trampas, pero sonó una recarga de una pistola.
—Venga, déjale esto a los profesionales, bonita.
Estaba a punto de girarme cuando las sirenas de la policía sonaron. Me quedé paralizada y aquella figura misteriosa robó mi tesoro.
Mientras escapaba de mi fracaso, no podía parar de pensar en aquella voz tan… ¿Burlona? ¿Segura de sí misma?
Estaba decepcionada en mi apartamento al día siguiente, cuando el timbre sonó.Él.
—Creo que esto es tuyo.—dijo con el botín en las manos—¿Puedo pasar?.
—Vale—suspiré.
—A ver, tengo una propuesta para ti. Tu joya estará en tus manos, si cumples una condición.
—¿Y es?
—Venirte conmigo a una misión.
—¿Perdona?
—Necesito un acompañante para robar una cosita chiquitita en la India, alojamiento y comida pagados. ¿Te apuntas?
Pánico. No sabía qué decir.
—Sí.
—Perfecto. Haz la maleta.
—Pero, ¿cuándo nos vamos?
—En cuatro horas.
Y así acabamos en el aeropuerto, a punto de embarcar y comenzar una extraña aventura entre dos ladrones profesionales, donde conseguimos un gran tesoro y nos dimos cuenta de los sentimientos que brotaron entre ambos. Pero la joya que robamos juntos no se equiparaba el habernos conocido repentinamente.
2º ESO C
NUESTRO ÚLTIMO RECUERDO
Estoy perdiendo al amor de mi vida lentamente, sin poder hacer nada, y ella no recuerda ni cómo me llamo.
El amor me hizo pensar que íbamos a ser eternos, pero, por desgracia, este es el destino de la vida. Y ahora su alma se está apagando y escucho sus últimos suspiros.
Antes de que se vaya, quiero recordarle aquellos momentos y sentimientos tan apasionados que vivimos juntos.
—Cielo, ¿recuerdas cómo nos conocimos?—pregunté, aunque sabía que no obtendría respuesta— Era un día nublado. Estabas leyendo en un parque y, al verte, todo se volvió colorido en un instante. Ahí supe rápidamente que serías alguien muy especial para mí.
Sonreí inevitablemente al recordar aquello en medio de un profundo silencio. Entonces decidí relatarle el momento en el que ambos pensamos que jamás nos íbamos a separar.
—Y cuando te propuse matrimonio, ¿sabes cómo me sentí? Empecé a creer que las historias sobre almas gemelas existían, y que tú estabas destinada a ser la mía— le conté sin poder contener mis lágrimas.
No lloraba sólo por el recuerdo, sino porque ahí pensé que estaríamos juntos para siempre. El amor me cegó, la vida pasó demasiado rápido y la muerte iba a alcanzar a uno de los dos.
Me fijo en ella mientras una sonrisa nostálgica se pinta en su rostro. Noto cómo su pecho se paraliza y el brillo intenso de sus ojos comienza a apagarse. Sé qué está pasando, lo sabía desde que a ella le diagnosticaron alzheimer. Pero antes de que me diese cuenta, sólo quedó un cuerpo sin vida que para mí lo fue todo.